Con motivo de la  celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, hice un recopilatorio durante 7 días de 7 consejos «puerperiles» (así los llamé, palabro inventado, lo sé xD), que a mi parecer son básicos para empezar con buen pie en esto de ser madre.

Para que no se pierdan en la inmesidad de las redes sociales me los traigo aquí. Y algún día haré la continuación, porque realmente se me ocurren unas cuantas decenas más.

Voy a centrarme en los primeros días y semanas postparto, aunque ya sabemos que el puerperio dura muuuuucho más.


1. Deja que fluya la oxitocina (más conocida como “hormona del amor”)

Para ello necesitas pocas cosas. Véase: a ti misma, a tu bebé, y un espacio tranquilo para descansar los dos. Lo ideal sería no tener que preocuparte por nada más. El resto del mundo que se gestione (en la medida de lo posible, claro). Tú estás recién parida y tu cuerpo te pide esto, descanso y contacto con tu bebé.

Este, por supuesto, es el escenario ideal. Hay muchas cosas que no podemos controlar y no están en nuestras manos. Pero nunca es tarde para volver aquí y equilibrar la balanza en nuestro favor.

2. Pide ayuda y prioriza (este es un 2 en 1, pero es que están muy ligados)

No necesitamos ser superwoman ni llegar a todo (ni queremos serlo, yo al menos). Llegamos a donde podemos. Y con un bebé pequeñito pues llegamos a lo que más importa, que es atender nuestras necesidades y las de nuestro bebé y descansar. El resto puede ponernos un poco nerviosas, no te digo que no😅 (casa en plan campo de batalla y tal), pero para eso está la pareja y la familia/amigos cercanos. Hemos gestado 9 meses, hemos parido, y ahora estamos criando y sentando las bases de quién será esa personita en un futuro, casi ná.
Démosle a este tiempo de cuidados el valor que se merece 💜

Los pelos de loca como los de la foto suelen ir incluídos en el pack postparto, avisadas quedáis xDD.

3. Pon los límites que creas convenientes a las visitas.

En el postparto inmediato, aparte de agotada, estás en el proceso de conocer a tu bebé, de establecer la lactancia, de cambios, muchos cambios: físicos, hormonales, emocionales….rollo montaña rusa total, vaya. Es más que probable que lo que te pida el cuerpo sea cueva, tranquilidad y reposo.
Hay muchíiiiiiisimo tiempo para que la gente conozca al bebé, no hace falta que sea cuando está recién salidito del horno, no pierden lustre ni nada xD. Así que haz lo que te apetezca, atrévete a decir las cosas como las sientes. Quizás dejar estos límites puestos antes de dar a luz sea una buena opción, para que estén avisados y no tengas que afrontar situaciones algo incómodas después.

¿Qué te apetece ver a tu familia/amigos y que conozcan al peque? Fantástico. Pero es posible que con una visita de «un ratillo» (el tiempo lo marcas tú, por supuesto) sea suficiente. Amablemente y sin perder las maneras, (o perdiéndolas si es necesario xD) los acompañas a la puerta. Un “lo siento, necesitamos descansar” debería entenderlo todo el mundo.
Porque un clásico es que las visitas se queden toda la tarde, tengas que ponerles café y pastas, el bebé se ponga nervioso y se pase de rosca, os saltéis una toma o más, y acabéis teniendo una noche movidita, por decirlo suavemente. Y eso es lo que menos os conviene en estos momentos, porque las dudas acechan en todo momento, y si el bebé está nervioso aflorarán con más intensidad.

Y ya de venir, por cierto, que te traigan comida rica y casera. Y que se lleven la basura jajaja (me río pero no es coña, lo agradecerás infinito).

4. Busca tu tribu

Rodearte de gente que está en similar proceso vital y con la que compartas maneras parecidas de pensar y vivir la crianza es un plus. Ese tipo de gente que es capaz de empatizar, de comprender sin juzgar, de compartir lo bonito y lo no tanto, de reír contigo cuando lo necesitas y de acompañar cuando las lágrimas asoman (porque es probable que lo hagan….).
Esto, compañeras, hace la diferencia. Nos ayuda a normalizar todo lo que estamos viviendo y a sentir eso de …..(pon música en tu cabeza: no estamos locas….que sabemos lo que queremos….lereleleleeeeeee)

Porque los problemas compartidos siempre parecen menos problemas. Lo ideal sería encontrar esa compañía en la gente que nos rodea habitualmente, pero si por lo que sea no es así, hay opciones. Seguro que en dónde vives hay algún grupo de apoyo a la lactancia/crianza en el que te puedas sentir cómoda, ¡y lo que surja!

La maternidad nos abre un mundo de oportunidades, y eso siempre nos ayuda a crecer y a ser mejores personas. A ampliar nuestro foco y conocer otros puntos de vista. A equivocarnos y re-aprender en cada paso.


5. Ponte algodones en los oídos

Te van a llegar consejos no pedidos hasta del vecino del quinto, muy loco todo . Es bastante surrealista cuando empiezas a escuchar las advertencias y profecías maléficas de cualquiera que se cruce en tu camino, haya confianza o no. Ejemplos reales:

– «Se va a acostumbrar a tus brazos y luego a ver quién te lo quita de ahí» . Claro señora, yo quise tener un hijo para decorar la casa, no para criarlo, quererlo y darle todo lo que necesita (que ahora mismo, vayapordios, es contacto y presencia). Eso sí, luego todo quisqui quiere cogerlo en brazos.  Ahhhh, pero los tuyos no, madre acaparadora xDDD. ¡Viva la incongruencia!

-«¡Ese niño así no va a caminar nunca!», o «¿Pero va cómodo ahí?». Todo esto con un niño roncando en el portabebés…. Mmmm ¿usted que cree?

– «Este niño tiene hambre», «¿Pero ya va a tomar teta otra vez?»

– «Es que lo llevas demasiado abrigado» , «Uy, este niño tiene calor». (Esto dicho por personas diferentes en el mismo día, de traca xD).

– «Mi hijo ESO nunca lo hizo»….ejem (Veáse todo lo que implica esa frase….)

– «¿Qué tal se porta?» (a un bebé de días-meses de nacido).

A ver, señoras/es, aquí ya me pongo muy seria.  Los bebés no tienen la capacidad de “portarse mal”. Si lloran, si se quejan, si se despiertan muchas veces….es porque son eso, BEBÉS y porque necesitan algo: contacto, alimento, o porque les duele la punta del pie. No son adultos en miniatura. No lo hacen por molestar ni porque te quieran manipular, su cerebro no está desarrollado a ese nivel. No hay bebés buenos ni bebés malos, punto.

Paro ya, pero podría seguir hasta el infinito con las frasecitas de marras que posiblemente oirás. Ármate de paciencia y ten lista alguna frase genérica del tipo: Estamos bien así, gracias por preocuparte. Y a fluir.

6. Sal a la calle

Los primeros días postparto es probable que no te apetezca ni lo necesites, pero llega un punto en que tu cuerpo te pide movimiento y tu mente necesita respirar un aire diferente y ver más allá de las paredes de tu casa.

Y da mucha pereza, lo sé, pensar en toooodo lo que implica salir con un bebé las primeras veces y “encontrar el momento”. Y si para llegar a la civilización necesitas coger el coche ya ni te cuento.
Pero hazlo, dale una patada al pensamiento de “madremiaaaaaaa que liada” y sal, aunque sea a dar una vuelta a la manzana jeje. Lo verás todo de otro color con un paseíto. ¡Prometido!

7. Date gustazos. (Sí, en plural)

Porque tú lo vales y lo estás haciendo re-que-te , hombreya. Si es que nos lo dicen y nos lo decimos poco esto. Y no puede ser.

Regálate un masaje, cómprate algo bonito, disfruta de una comida rica, mira tu serie favorita, habla con tu mejor amiga, haz el pino …. yoquesé. Lo que sea que te de gustito, te provoque placer o te haga sentir bien. Criar desde cerca es gratificante, maravilloso y muy enriquecedor. También es duro e intenso de narices por momentos, sobre todo al principio.


Por supuesto, cada mujer es un mundo y tiene sus necesidades. Todo es matizable, y no todo vale para todas. Pero así como genérico pienso que son consejos bastante apañaos.

¿Sabes cual es el lema de este año en la SMLM?: Empoderémonos, hagamos posible la lactancia materna. Creo que estos tips que he recopilado aquí también ayudan un poquito en esto. Que por otra parte tiene tela marinera que tengamos que empoderarnos para llevar a cabo un acto fisiológico y normal de nuestro cuerpo, pero ahora mismo así están las cosas.

Nuestra decisión de amamantar en ocasiones nos hace tener que nadar contracorriente y enfrentarnos a un montón de mitos, prejuicios y creencias , a profesionales con poco tiempo y poca o nula formación en lactancia, que al mínimo contratiempo nos pautan biberones como solución. Y ale, ahí se van a la basura nuestros deseos y una parte importante y básica de la salud, nuestra y de nuestros hijos… Así que mucho power es una de las cosas que sin duda nos hace falta en esto de maternar y lactar.

Te dejo el enlace a una infografía que hice hace un tiempo con claves para empezar con buen pie la lactancia. Si estás en este momento vital creo que puede serte de gran utilidad.

Si quieres compartir algún consejo que creas esencial para nuestra salud mental puerperil estaré encantada de leerte 😊.

¿Sabes que soy asesora de lactancia? Puedes consultar mis servicios aquí

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