Os dije que iba a agrupar todos los consejitos para portear fresquitas en verano en una entrada del blog, ¡y aquí estoy! que no se diga que no cumplo jejej

La idea básica es poder disfrutar del porteo y el contacto aún con altas temperaturas. Y sí, en los carritos también sudan jeje, y en las cunas, y en la cama… Y bueno, que andar con un carro por la vida también nos hace sudar en muuuchas ocasiones. ¡Vamos allá!

1 . Escoge un portabebés ligero

En la medida de lo posible, busca tejidos naturales, que transpiren, que sean finos, y huye de acolchados gruesos y nudos de varias capas.

¿Y qué opciones tienes? te cuento así resumidito:

Bandoleras: Si me conoces un poco sabrás que soy muy fan. Creo que, independientemente de que sea o no sea tu portabebés principal (por eso de la asimetría), es un must. Cumple con todas las características que buscamos en el porteo fresco y además no ocupa ná. Son fantásticas desde recién nacido, pero les darás también un montón de uso cuando tu bebé sea un poco más mayor y quiera cotillear y ver más mundo. Y cuando ya camine y esté en esa época de sube baja continuo también es excelente, por su sencillez de uso, porque te la puedes dejar puesta y solo aflojar y ajustar cuando sea necesario….¡una maravilla vamos!

Fulares: tejidos, elásticos…. Escoge anudados ligeros de una sola capa, tejidos finos y frescos…. Si te decantas por fular elástico por su facilidad de uso también hay opciones para ti.

Mochilas: Sí, también existen marcas y modelos que consiguen que sean más frescas, de tejido de fular o tejidos específicamente diseñados para que haya más transpiración, con acolchados ligeros….¡Busca la tuya!

Mei tais: los mei tais son portabebés de origen asiático, como un híbrido entre fular y mochila. Son  más frescos porque carecen de acolchados y broches….todo más sencillo!

2. Evita el piel con piel

Pocas veces me escucharás decir esto jeje, pero en porteo veraniego así es 😎

Cuando hace calor tenemos la creencia de que cuanta menos ropa mejor. Peeeero, esto porteando no es así. Si su cabecita va directamente contra nuestro pecho la sudada común será interesante y nada agradable. En el resto del cuerpo igual.

Usa ropa ligera y cómoda, de tejidos frescos y naturales (evitando sintéticos), ya que permiten una mejor transpiración tanto para ti como para el peque: algodón, bambú, lino… Y si vas escotada pon una gasa o muselina entre tú y el bebé. Verás cómo notas la diferencia 😉.

3. Portea a la espalda o a la cadera

Portear delante es mucho más caluroso que hacerlo a la cadera o a la espalda. La sensación de tener el pecho y abdomen liberado en mayor medida, nos hará sentir menos el exceso de grados veraniegos.

A la cadera es fácil animarse y no tiene ninguna dificultad, aunque no es una opción posible para todos los portabebés. Podrás hacerlo con fulares tejidos, elásticos y semielásticos, bandoleras y las mochilas en las que los tirantes se pueden desabrochar del panel/cinturón. Es ideal para bebés que ya quieren “cotillear” y necesitan más libertad de movimiento.

A la espalda suele dar más reparo, es como “el gran paso” en el porteo, y realmente hace la diferencia en cuanto a comodidad. Si necesitas ayuda , ¡ya sabes dónde estoy!

4. Quítale el cinturón a tu mochila y disfruta de tu abdomen liberado

Los cinturones acolchados no son la opción más cómoda con calor, aprietan, hacen sudar…también va a depender bastante de la fisionomía de cada una. Pero hay maneras de ir “tuneando” la mochila y así liberarnos por ratitos (o ratazos) de él.

Solo tienes que ponerte la mochila a la espalda con normalidad, desabrochar el cinturón manteniendo la tensión, aflojar el nylon lo suficiente y abrocharlo nuevamente en tu pecho, pasándolo o bien por entre los tirantes o bien por la tira del pecho. Puedes ver la foto de portada de esta entrada, así lo hice ahí.

¿Te atreves? ¡Ya verás qué diferencia! Irás muuuucho más fresquita y le restarás presión a tu suelo pélvico, cosa que tu cuerpo también agradecerá.

También es cierto que el reparto de peso será diferente, de esta manera cargas todo el peso a los hombros, lo notarás cuando pruebes. Esto a algunas personas les va mejor que a otras.

Hay unos portabebés específicos, los onbuhimos , que son como una mochila sin cinturón y no tienes que andar haciendo apaños. Si pruebas el invento con una mochila y vas bien, son una genial opción a partir de que el bebé se sienta.

5. Usa un paraguas con protección solar

¿Sabías que existían? Yo la verdad es que me enteré hace relativamente poco, y me parecen un inventazo.

A ver, siempre se puede tirar de un paraguas al uso de toda la vida de dios, pero cuanto más protegidas vayamos cuando llevamos un bebé pequeño, mejor.

Estos paraguas son geniales para llevarnos la sombra allá donde vayamos. Los hay compactos y ultraligeros, por lo que no tiene por qué ser un gran bulto a añadir en tu mochila. ¡A pasear se ha dicho!

Tendrás una mano ocupada, eso sí, pero vaya, creo que los beneficios superan a este pequeño inconveniente.

Recuerda que los bebés menores de 6 meses no deben exponerse al sol, y a partir de ahí siempre con precauciones. Lo más recomendable: ropa con filtros UV, crema de protección solar de filtro físico y sin nanopartículas, evitar horas centrales y siempre intentar tener sombra disponible. Su piel es muuuuy sensible.

6. Báñate con tu peque usando portabebés específicos para el agua

Estos portabebés están confeccionados con tejidos especiales que favorecen el secado rápido, que no “pesan” al mojarse y que además no se degradan ni estropean al darles este uso. ¡Y son económicos!

Con ellos puedes bañarte en la playa, el río, la piscina… Están genial para esos momentos junto con los desplazamientos que conllevan. No están diseñados para largos ratos de porteo, eso sí. ¡Todo no se puede!

También son un remedio estupendo para la ducha si tu bebé es de esos que no les mola nada el tema . Ya sabes, en contacto siempre están más calmados 😊

Hay muchos tipos de portabebés ligeros para el agua. Ayudabrazos, muy simples y súper sencillos de usar como el de la foto, o tipo bandoleras o fulares .

porteo veraniego con tonga

7. Hidrataos con frecuencia, tanto tú como tu peque

Vale, ya sé que es como muy de sentido común. Pero a veces se nos escapa y aquí está la menda para recordaros que ¡hay que beber con frecuencia, y más con estos calores!

Para ti: lleva siempre encima agua (preferentemente). Un termo es una opción fantástica. Yo estoy encantada con el que tengo, me mantiene el agua fresquita hasta el infinito y más allá (me pasa que cuando hace calor, si no está fresca, no siento que me quite la sed 😅)

Para ellos: Si tu bebé es chiquitín recuerda que la lactancia, sea esta materna o artificial, es a demanda, sin horarios. Es posible que tu peque con el calor haga tomas muy frecuentes y algunas muy cortas. Es normal, sienten sed igual que nosotros. Así que puedes ofrecer teta/bibe siempre que notes la mínima señal.

Y recuerda, antes de los 6 meses nada de agua, le leche les hidrata y les alimenta, no necesitan más. Si tu peque ya come otros alimentos pues agüita para él también.

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